CIRUGÍA ORTOGNÁTICA y ORTODONCIA

Todas las respuestas sobre el tratamiento de cirugía ortognática u ortofacial aquí, de la mano del Dr. Quevedo, especialista en tratamientos de ortodoncia y cirugía ortognática

¿Qué es la

CIRUGÍA ORTOGNÁTICA?

La cirugía ortognática es un procedimiento quirúrgico mediante el cual se reposicionan los huesos del maxilar y/o la mandíbula (los que sostienen a los dientes), con el fin de lograr una correcta forma de morder (corregir la oclusión), mejorar un aspecto facial desde el punto de vista estético, o corregir un problema de vías aéreas estrechas (SAHS, síndrome de apnea-hipoapnea del sueño) que pueda tener asociado otro tipo de patologías sistémicas de mayor gravedad.

Como su nombre indica (del griego), ortognática: orthos (recto), gnathos (mandíbula), “poner rectos los huesos de la mandíbula”.

No es algo nuevo ni extraordinario, los cirujanos vienen realizando este tipo de intervención desde hace mucho tiempo (las primeras cirugías ortognáticas están descritas desde hace más de 100 años).

Perfil 1.ANTES

Por suerte, en las últimas décadas, la sociedad se ha concienciado mucho de este problema y de la necesidad de su tratamiento, y en los últimos 20 años hemos asistido a una evolución inmensa en este campo, llevando todo ello al desarrollo de mejores y más avanzadas técnicas, instrumentos y materiales. Este enorme desarrollo ha permitido reducir los tiempos de quirófano, mejorar el resultado final, reducir las molestias postoperatorias y los tiempos de recuperación.

Por poner un ejemplo sencillo, lo que hace 20-25 años podía ser una cirugía de 6 horas (muy compleja desde el punto de vista técnico y de planificación), y con un postoperatorio molesto y largo para el paciente, hoy en día se está realizando, previa planificación digital 3D, en 1 hora y media o 2 horas, con mejor resultado, menor inflamación, menores molestias y menor tiempo de baja para una correcta recuperación.

Perfil 2. DESPUES

¿Quién debe realizar una CIRUGÍA ORTOGNÁTICA?

El encargado de planificar y realizar una cirugía ortognática u ortofacial, debe ser siempre un CIRUJANO MAXILOFAICAL, que es aquel médico que ha realizado una especialización (residencia MIR) y formación en cirugía maxilofacial.

Muchas personas acuden a la consulta de ortodoncia con una motivación estética o funcional diciéndonos; «no consigo morder bien, debo tener los dientes mal puestos» o «no me gusta mi sonrisa, quiero arreglarme los dientes». Pues bien, en muchos de estos casos el problema que ellos notan no es debido únicamente a unos dientes mal puestos, sino a unos huesos con un tamaño anormal, una forma incorrecta o una posición inadecuada.

¿En qué consiste una
CIRUGÍA ORTOGNÁTICA?

Consiste en realizar unos cortes muy precisos en unas zonas concretas de los huesos del complejo maxilofacial, con el objetivo de poder movilizar esos huesos o fragmentos, y recolocarlos en su posición adecuada. Estos cortes se realizan todos de forma intrabucal, es decir, no van a existir cortes ni cicatrices en ninguna parte de la cara.

Es importante destacar que los dientes se sustentan sobre dos huesos. Los dientes superiores se encuentran insertados en el HUESO MAXILAR, y los dientes inferiores en el HUESO MANDIBULAR o MANDÍBULA. Por esta razón, unos dientes correctamente alineados y bien posicionados sustentados sobre un HUESO CON UNA FORMA o POSICIÓN INCORRECTA, no podrán nunca encajar bien ni ser estéticamente agradables si no se corrige la posición o forma de los huesos, que es donde está el problema.

¿Tengo que llevar ORTODONCIA para realizar una

CIRUGÍA ORTOGNÁTICA?

SÍ. El papel de la ortodoncia es fundamental para poder realizar una correcta cirugía ortognática u ortofacial. Sin un correcto posicionamiento y alineamiento de los dientes sobre los huesos, no se debería realizar nunca una cirugía de este estilo, ya que, los resultados no serían predecibles y los riesgos de sufrir complicaciones aumentarían mucho.

Por lo tanto, el tratamiento de pacientes de cirugía ortognática debe ser siempre un procedimiento en conjunto entre el cirujano maxilofacial y el ortodoncista, que deben comentar y poner en común el caso, y la planificación del mismo, para lograr el mejor resultado con las menores complicaciones posibles.

¿Cuándo hay que hacer una CIRUGÍA ORTOGNÁTICA?

Un procedimiento de cirugía ortognática debería plantearse siempre en los siguientes casos:

  • Problema de respiración debido a un hueso de la mandíbula corto.
  • Problema de oclusión o masticación que impida una correcta función o cierre dental debido a una forma o posición anómala del hueso maxilar (superior) y/o de la mandíbula (inferior).
  • Problema estético facial que afecte a la autoestima (o complejo personal) debido a una forma anómala de los huesos, desviación ósea, exceso de hueso (aspecto de hueso muy prominente) o defecto de hueso (aspecto de hueso muy pequeño).

TIPOS DE CIRUGÍA ORTOGNÁTICA SEGÚN LA ANOMALÍA DE HUESO PRESENTE.

01

AVANCE MANDIBULAR. RETROGNATIA MANDIBULAR, HIPOPLASIA MANDIBULAR. CLASE II. MANDÍBULA CORTA.

En aquellos problemas esqueléticos del hueso mandibular (encargado de soportar a los dientes inferiores) cuando este presenta un tamaño menor de lo normal y por ello una proyección anterior insuficiente, problema al que llamamos RETROGNATIA MANDIBULAR o HIPOPLASIA MANDIBULAR.

La retrognatia mandibular es una deformidad dentofacial muy frecuente en nuestra sociedad, en la que observamos una falta de proyección hacia adelante de la mandíbula o mentón. Esta diferencia de tamaño entre el hueso de arriba y el de abajo puede dar la típica sensación de dientes salidos, pero en realidad el problema no es que los dientes superiores estén salidos, sino que la mandíbula es corta y está retrasada.

El grado de déficit de proyección de la mandíbula será lo que determine la severidad del caso y, por consiguiente, el empeoramiento de la función en el paciente, así como de la estética.

Si esta falta de desarrollo de la mandíbula se detecta antes de la adolescencia, cuando los huesos de los niños están en desarrollo, será posible realizar un tratamiento sencillo de ortodoncia combinado con ortopedia dentofacial para corregir el problema, pero una vez el hueso ha parado de crecer la única opción para modificar la proyección del hueso será la cirugía de avance mandibular. Además, una retrognatia mandibular puede provocar otros problemas como apneas del sueño, ronquidos, dificultad respiratoria, aparición de «papada» o dificultad masticatoria.

¿EN QUÉ CONSISTE
EL TRATAMIENTO EN ESTE CASO?

El tratamiento empieza con la colocación de aparatos de ortodoncia para alinear y posicionar perfectamente los dientes. Este procedimiento puede llevarnos de 5 a 8 meses. Una vez tengamos los dientes perfectamente situados, será el momento de hablar con el cirujano maxilofacial para programar la cirugía y pasar una mañana por el quirófano para realizar la operación (en la gran mayoría de casos, al día siguiente el paciente ya puede irse a su casa). La operación consiste, en líneas generales, en realizar unos pequeños cortes a cada lado del hueso mandibular (siempre por dentro de la boca), que permitirán al cirujano movilizar la mandíbula hacia adelante y situarla en la posición ideal.

Después de la cirugía será necesario continuar con el tratamiento de ortodoncia unos 6-9 meses más para terminar de asentar y perfeccionar la oclusión.

02

AVANCE MAXILAR y/o RETROCESO MANDIBULAR EXCESO MANDIBULAR, HIPOPLASIA MAXILAR. MALOCLUSIÓN DE CLASE III. MANDÍBULA PROMINENTE. MORDIDA O CIERRE ANTERIOR INVERTIDO.

En este caso nos referimos a las deformidades del esqueleto facial que provocan una apariencia de mandíbula prominente o salida, lo que llamamos un perfil de clase III esquelética o prognatismo mandibular. Se caracteriza por la presencia de una mandíbula que sobresale más allá del labio superior, del hueso maxilar, a la inversa de la condición normal donde el hueso maxilar (el superior) debe siempre estar ligeramente por delante de la mandíbula.     

Fig. 1- cierre dental normal

Fig. 2- cierre invertido. Clase III dental debido a una mandíbula grande.

Para explicar el tipo de deformidad facial y esquelética de la que estamos hablando, mostramos una serie de retratos de miembros descendientes de una misma familia, la de las Casas de Austria y de Borbón, ya que, este tipo de rasgos o deformidades esqueléticas, presentan un gran componente hereditario. Por esta razón, es importante conocer cómo son los padres y demás familiares de los pacientes que, en edades tempranas, presentan algún atisbo de esta tipología facial, para poder solucionar el problema antes del fin del crecimiento.

En estas pinturas de los miembros de la realeza española podemos apreciar como Carlos V, su bisnieto Felipe IV, y el hijo de este, Carlos II, presentan este rasgo facial familiar. También vemos a Fernando VII (bisnieto de Felipe V) con un marcado prognatismo mandibular, así como un déficit maxilar.

Los dientes se sustentan sobre estos dos huesos, el HUESO MAXILAR y el HUESO MANDIBULAR o MANDÍBULA. Por esta razón, unos dientes correctamente alineados y bien posicionados sustentados sobre un HUESO CON UNA FORMA o POSICIÓN ANÓMALA, no podrán nunca encajar correctamente ni ser estéticamente agradables si no se corrigen los huesos.

La deformidad facial-esquelética de clase III de la que estamos hablando, puede deberse a tres causas:

1-    Falta de desarrollo del hueso maxilar (superior), MAXILAR PEQUEÑO.

2-    Prognatismo mandibular, hiperplasia mandibular, MANDÍBULA GRANDE.

3-    Combinación de un MAXILAR PEQUEÑO + una MANDÍBULA GRANDE.

Si cualquiera de estas tres causas es detectada en edades infantiles donde los huesos no se han desarrollado, están inmaduros y son modificables mediante tratamientos de ortopedia dentoesquelética combinada con ortodoncia, será indicado realizar este tipo de tratamiento para corregir el problema. Una vez el hueso haya parado de crecer y el individuo haya alcanzado la edad adulta, la única opción para modificar la proyección del hueso será la cirugía ortognática de avance maxilar, retroceso mandibular o una combinación de ambas.

Gracias a la cirugía ortognática combinada con ortodoncia, podemos corregir este tipo de problemas en los pacientes adultos, restituyendo la función, la estética y la calidad de vida.

¿EN QUÉ CONSISTE
EL TRATAMIENTO EN ESTE CASO?

Igual que en el caso de la mandíbula, el tratamiento empieza colocando aparatos de ortodoncia (para posicionar idealmente los dientes) durante 6-9 meses. Con los dientes bien alineados programaremos la cirugía con el cirujano maxilofacial, que se realizará en el quirófano y bajo anestesia general en un tiempo de entre 2-3 horas (en la gran mayoría de casos, al día siguiente el paciente ya puede irse a su casa). La operación consiste, en líneas generales, en realizar unos pequeños cortes a cada lado del hueso mandibular para poder retrasarlo si es necesario, y del mismo modo se realizan unas incisiones en el hueso maxilar para poder desplazarlo en dirección anterior, según la planificación quirúrgica. Después de la cirugía será necesario continuar con el tratamiento de ortodoncia unos 6-9 meses más para terminar de asentar y perfeccionar la oclusión     

03

EXPANSIÓN DEL PALADAR. PALADAR ESTRECHO EN ADULTO. MORDIDA CRUZADA ESQUELÉTICA. MAXILAR COMPRIMIDO.

La compresión del hueso del maxilar (paladar estrecho, paladar ojival) suele ser una condición muy frecuente en nuestra sociedad. La buena noticia es que, si se acude de forma temprana al ortodoncista, él podrá corregirlo con unos aparatos simples sin tener que hacer ningún tipo de intervención mayor ni cirugía ortognática.

El problema sucede cuando a edades tempranas no se ha detectado o corregido ese problema y el niño crece, madura y desarrolla todo su crecimiento esquelético con el paladar estrecho.

 

Cuando nos encontramos un paciente adulto con un hueso del maxilar estrecho, la única forma de corregirlo será mediante un abordaje combinado de tratamiento de ortodoncia y cirugía ortognática que permita expandir esqueléticamente el hueso sin dañar los dientes y el periodonto.

Hoy en día existe un procedimiento alternativo llamado MARPE (Miniscrew Assisted Rapid Palatal Expansión) para evitar tener que realizar la cirugía, pero debe ser el ortodoncista quien valore si, por edad o condición particular, es viable realizar este procedimiento o si es conveniente ir directamente a la cirugía de expansión esquelética SARPE (Surgically Assisted Rapid Palatal Expansión).