Los brackets en el siglo XXI. Historia y evolución

Los brackets en el siglo XXI. Historia y evolución. Detrás de este título hay siglos y siglos de concepción, tratamientos y remedios más o menos profesionales y efectivos de las malposiciones dentales.

Las primeras referencias a estas malposiciones dentales se atribuyen a Hipócrates, quien en el siglo IV a.C. afirmó: “los individuos de cara alargada tienen con frecuencia el paladar muy arqueado. Esto causa apiñamiento dentario. También padecen estos sujetos cefaleas y otorreas frecuentes”. Podemos ver que se refería a dos dolencias específicas y muy habituales igualmente a día de hoy como son el paladar estrecho y la falta de espacio de los dientes permanentes, situaciones que hoy en día solventamos a diario mediante el tratamiento de expansión o disyunción esquelética de paladar con los expansores de paladar. En este período se empezaron a desarrollar los primeros sistemas ortodónticos. Algunos consistían en hacer presión regularmente con los dedos sobre los dientes, otros en el limar algunos dientes para hacer espacio y favorecer el alineamiento dental. Su efectividad era discutible pero, sin duda, tenía mejores resultados que no hacer nada.

Los primeros diseños de brackets se atribuyen a egipcios y etruscos. Entre los hallazgos etnográficos del mundo griego y etrusco se han encontrado aparatos de ortodoncia de magnífico diseño realizados con pequeñas cuerdas hechas de fibras naturales o con anillos y tiras planas de oro blando. Fundamentalmente se usaban para buscar soluciones en dos grandes casos. Una aplicación era la de hacer puentes y sujetar unos dientes a otros en caso de pérdida de alguna pieza. Las piezas nuevas que se implantaban solían ser dientes de vaca torneadas y pulidas para la ocasión. La otra gran aplicación era la de usarse ortodónticamente para corregir apiñamiento de dientes o malposiciones de los mismos.

 

Más en nuestra era, a mediados del siglo XIX, los brackets eran aparatos multibandas, que consistían en un anillo de metal que recubría cada diente de la boca más una serie de intricados alambres. Para corregir una malposición dental o mejorar una sonrisa, había que sufrir unos brackets incómodos y, en muchas ocasiones, hirientes ya que producían muchas llagas, las denominadas aftas bucales, por el roce en las partes blandas de la boca.

La evolución de los aparatos de ortodoncia ha sido sorprendente en las últimas dos décadas. Al igual que en muchas otras ramas de la ciencia o la medicina se han producido unos avances espectaculares donde la innovación en cuanto a técnicas y materiales parece no tener fin. El desarrollo tecnológico, especialmente en el mundo digital 3D, ha supuesto un gran salto en prácticamente en la totalidad de industria y ciencia. Hoy en día, es posible hacer un mapa de nuestra cavidad bucal en tres dimensiones con un escáner fotográfico intraoral en apenas cinco minutos para simular digitalmente la evolución de la alineación de nuestros dientes según avance el tratamiento de ortodoncia.
Esta evolución supone una gran mejora de los tratamientos de ortodoncia en cuanto a eficiencia, optimización de tiempos y confortabilidad para los pacientes.
En menos de cincuenta años, y sobre todo en las últimas dos décadas, hemos pasado de tener un solo tipo de brackets, como hemos mencionado engorrosos e hirientes, a tener brackets fabricados con todo tipo de materiales. Desde brackets de metal, que nos recuerdan a los de hace cien años pero muchísimo más pequeños, micropulidos y sin el anillo que recubría todo el diente, hasta los brackets fabricados con polímero o cerámica del color y textura muy similar a la de los propios dientes de cada paciente.

Además, las innovaciones en el mundo digital han permitido la posibilidad de diseñar y fabricar de manera virtual y digital brackets a medida para cada caso clínico. Esta tecnología, como nuestro escáner dental Itero 3D, se utiliza en gran parte para la elaboración de los magníficos alineadores invisibles Invisalign y para la confección de brackets linguales invisibles los cuales requieren de la mayor precisión en su diseño individualizado y en su fabricación. Este tipo técnicas de ortodónticas son las responsables del concepto de ortodoncia invisible ya que tienen la común característica de no verse. Los primeros por su transparencia y los segundos por ir colocados en la cara interna de los dientes. Estos aparatos de corrección dental son de gran beneficio para las personas que quieren realizar un tratamiento de ortodoncia de la forma más discreta posible, y además, son mucho más cómodos en comparación con los tradicionales. Así son los brackets en el siglo XXI

Otro gran avance lo encontramos en la propia colocación de los brackets en los dientes de cada paciente. Éste es un factor más que importante y determinante en el correcto desarrollo de un tratamiento de ortodoncia. Aquí la experiencia, pericia y habilidad del ortodoncista es fundamental. Hace años se hacía de forma manual, colocando cada bracket in situ, sobre cada diente. Hoy en día en Ortodoncia Sant Cugat el cementado o posicionamiento de los brackets también se realiza digitalmente. Nuestros ortodoncistas simulan por ordenador, y con aplicaciones programadas a tal efecto, un posicionamiento virtual de los brackets sobre los dientes previamente escaneados del paciente. Sentados delante del ordenador ven cada diente y bracket con unos intervalos de aumento de 20, 50 o 100 veces. Pueden hacer zoom, rotar la vista, verlos en tres dimensiones y simular la evolución y fin de tratamiento. Es de una precisión infinitamente mayor que la realizada antiguamente a mano alzada donde no había posibilidad de aumentar la visión y realizar todas estas simulaciones. También permite que el paciente se haga una idea del resultado final del tratamiento lo que resulta de lo más motivador.

Una vez el doctor termina el cementado virtual de los brackets, se diseña digitalmente una férula o cubeta de transferencia en la que podremos colocar todos los brackets y realizar el cementado indirecto. El tiempo de colocación se reduce a menos de la mitad del tiempo que nos habría llevado colocarlos como se hacía antiguamente, y como ya hemos comentado, con mucha mayor precisión.

Como hemos visto, la evolución de los aparatos dentales en los últimos años ha sido increíble. Ha facilitado el trabajo a todos los profesionales y ha beneficiado enormemente a los pacientes por el exponencial aumento de efectividad y por la reducción de tiempos en los tratamientos. Y aunque nos cueste creer, con toda seguridad podemos afirmar que nuestro oficio seguirá evolucionando. Ya se está pensando en nuevas técnicas y materiales que seguirán apareciendo y alterando, positivamente, nuestra profesión. Una de las que creemos significará mayor revolución será la aplicación de la tecnología de impresión 3D en la confección de aparatos de ortodoncia.

Sea como sea el devenir de nuestra profesión, Ortodoncia Sant Cugat estará ahí utilizando las tecnologías más punteras y los mejores avances para facilitaros los mejores tratamientos individualizados de ortodoncia.

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