La primera limpieza de dientes

La limpieza de dientes en edades tempranas es fundamental y además contribuye a fomentar buenos hábitos de higiene que ayudaran en la salud bucodental de nuestros hijos e hijas

Esta primera limpieza de dientes siempre genera dudas ya que desconocemos cuándo, cómo y con qué técnica y utensilios hacerla.

¿Cuándo debo darle a mi hijo o hija su primer cepillo de dientes? ¿Cómo tiene que ser el cepillo? ¿A partir de qué edad puede empezar a utilizar pasta de dientes? ¿Qué tipo de pasta emplear? Estas son preguntas recurrentes de padres y madres con bebés e hijos pequeños.

Hay un dato claro y es que desde el momento en el que aparece el primer diente, nuestros hijos ya están en riesgo de sufrir caries. Para evitar que esto pase, la higiene bucal de los niños debe empezar en ese momento.

La primera limpieza de dientes

Aproximadamente a partir de los 3 meses se inicia el proceso de dentición en los bebés y lo más usual es que los primeros dientes aparezcan entre los 4 y 7 meses. En algunos niños no aparecen hasta los doce o catorce meses. No olvidemos que cada bebé es único, así que en algunos bebés puede avanzarse o atrasarse, no nos desesperemos ni comparemos con otros, cada uno tiene su propio tempo de crecimiento.

Se recomienda empezar a limpiar las encías del bebé con una gasa humedecida o una toallita muy limpia desde los primeros meses de vida. Cantarle o hacerle caricias mientras procedemos a limpiar las encías, hará que nuestro bebé relacione paz y seguridad con la limpieza y será una buena manera para iniciar, crear y mantener en él buenos hábitos de higiene dental.

Los primeros dientes en aparecer suelen ser los incisivos centrales inferiores.
Cuando salen los dientes, es probable que babeen más y quieran morder más objetos. Pueden estar más irritables e inquietos durante algunas semanas, aunque también hay niños a los cuales no los produce ningún dolor.
De manera general, es en esta etapa de los 6 meses cuando empiezan a presentarse algunas molestias como irritación y dolor. Es un proceso difícil para el bebé puesto que no puede expresar lo que siente. Podemos ayudarlos a aliviar estas molestias dándoles elementos fríos que pueda llevarse en la boca o haciéndoles un masaje suave en las encías con un dedal diseñado a tal efecto. Masajear las encías les dará una sensación de alivio, también estimularemos la salida de dientes.

En esta etapa, conviene cepillar dos veces al día (mañana y noche) los dientes de los niños hasta que tengamos la seguridad que tiene la habilidad para hacerlo correctamente a solas. Hay que decirle e irle recordando que no tiene que tragarse la pasta de dientes.

¿Cuándo empezar con el uso de cepillo y pastas fluoradas?

Está del todo demostrado que el flúor es eficaz en la prevención de las caries. Hay que prestar mucha atención a que el niño o niña no ingiera más flúor del necesario puesto que tiene un efecto acumulativo. Hay que encontrar el equilibrio que maximice el efecto protector del flúor y que minimice el riesgo de sufrir fluorosis dental. Por eso se recomienda usar dosis de pasta muy pequeñas y dentífricos infantiles que contengan la cantidad de flúor adecuada para cada edad.

  • Ente los seis meses y los dos años es correcto utilizar un dentífrico con una cantidad de entre 500-1.000 ppm de flúor y entre los dos y los seis años se puede aumentar hasta 1.450 ppm si es un paciente con alto riesgo de caries, sino podemos seguir con pastas de 1.000ppm
  • En edades de 0-2 años se recomienda una cantidad de pasta muy pequeña, simplemente raspar el cepillo.
  • De los 2 a los 6 años la cantidad de pasta va a pasar a ser la de un grano de arroz.
  • A partir de los 6 años la pasta ya debe ser de 1.450 ppmF con la cantidad aproximadamente del tamaño de un guisante.

El cepillado a estas edades debe ser siempre supervisado y repasado por los padres, aunque en primera instancia dejemos que ellos lo hagan solos.

La primera visita al odontopediatra se recomienda con la aparición del primer diente, y a partir de los 6 años convendrá hacer una revisión ortodóntica completa para detectar posibles alteraciones de erupción, maloclusión dental o falta de espacio, y valorar su tratamiento. De esta manera evitaremos problemas antes de que aparezcan.

Crear buenos hábitos de limpieza de los dientes a nuestros hijos e hijas, facilitará una salud bucal en buen estado para toda su vida

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